El filtro de alta eficiencia (en inglés: High-Efficiency Particulate Air, o HEPA) es la tecnología más popular utilizada en los purificadores de aire, y también es el método de filtración física más estable sin efectos secundarios. El filtro HEPA puede absorber el 99,7% de las partículas suspendidas de 0,3 micrones (0,3 micrones es el tamaño más difícil de filtrar), lo que hace que el aire aspirado sea más fresco y limpio. Generalmente, los filtros HEPA pueden absorber humos químicos, bacterias, partículas de polvo y polen. La ventaja del filtro HEPA es eficaz y segura. Su capacidad de filtrado es más alta que la tecnología de recolección de polvo electrostática, pero no puede filtrar los gases nocivos.